Estaba regulando la luz para tomar la foto. Siempre me han fascinado las tiendas eclépticas de bisutería religiosa, esas mezclas muy latinoamericanas donde se mezclan los souvenirs con las esencias y santos. Nuestro barroco, pues. La explosión de todo lo que queremos decir y llevar. Tenía un eneredo con el seteo y ya había dirigido el enfoque hacia la señora unas dos veces. Creo que ella se impacientó y, sin más, sacó esos tres mangos y me dijo: toma, llevátelos. Justo en ese instante pude tomar la imagen, cuando la dulce señora, que luego me preguntaría de dónde era, me estaba dando tres mangos como consuelo.
La tiendita queda en la Plaza del Mercado en Cabo Rojo, Puerto Rico, al suroeste. Una muy bonita ciudad que se caracteriza por sus mangos y por ser articulación de varios centros turísticos en verdad preciosos, como Boquerón. En su mismo eje se encuentra la bella Mayaguez y el Faro de Combate. Todo recorrido este fin de semana, donde le confirmo a Iris que lo que más me gusta de la isla es de Arecibo para el oeste, hacia abajo, hasta toda la región de Ponce. Es otro mundo, y quizá sea la esencia de Puerto Rico. Rincón, Isabela... para quedarse a vivir ahí!
Comentarios
Publicar un comentario