Escaramuza

Sin sospechar la intensidad del combate con que de pronto se encontrarán, dos tortugas avanzan en medio de un territorio desconocido, alejadas de las coordenadas que el comando central les ha girado esta mañana.

Su comandante de patrulla ordena bordear la cota oo15G, en busca de resguardo y capacidad de cobertura, pero sobretodo, en busca de una altura donde puedan divisar un trecho claro por donde seguir avanzando en busca de su unidad.

Una desagradable sorpresa les sobreviene cuando se dan cuenta que han caído en la emboscada que dos M-60 les tienen preparada. Los M-60 conocen del blindaje natural de las tortugas (500 mm en todo su blindaje) y las esperan concentrando su fuego.

La comandante tortuga ordena romper la formación a toda velocidad, lo que cambia los planes de concentración de fuego de los M-60, quienes se ven obligados a disparar a discresión.

Se inicia un intercambio de obuses perforadores. Las tortugas saben que si no se mantienen en movimiento serán destrozadas por las cargas huecas de los proyectiles. La velocidad de respuesta y la comunicación en combate de las tortugas rompe la formación de los M-60 quienes se ven obligados a batirse en duelos individuales.

Avanzando en cuña, la unidad 2 de las tortugas arremete contra uno de los M-60, siendo desbordado por su flanco izquierdo e inutilizado.

Para las tortugas, la prioridad era alejarse lo más rápidamente posible del estrecho terreno en que se encontraban expuestas, sin capacidad de maniobra. Entran en la selva y dejan atrás a los M-60, quienes deben de aceptar su falta de impacto en la emboscada planificada.

Una vez más, la tortugas se salvan del acoso. Reparan daños y continúan.